Merengue…
Esa crema dulce que a casi todo el mundo gusta y que está muy presenta tartas,
roscones de reyes, etc. Pero… ¿Qué esconde la historia del merengue?
Ante
todo, debemos diferenciar los tipos de merengue que existen, para elegir cual
será el más adecuado para el trabajo que estemos realizando.
Tipos
de Merengue:
-Merengue francés o merengue “básico” o “tradicional”:
su elaboración es la más sencilla. Consiste en batir la misma cantidad de
claras de huevo que de azúcar, hasta que monte y adquiera cuerpo.
Este
es el tipo de merengue con menos consistencia. Al emplearme se debe tener en
cuenta que a las pocas horas de realizarse comienza a bajar.
-Merengue italiano: la realización de
este es más elaborada y requiere más precisión, porque implica utilizar almíbar en punto de bola, en vez de azúcar al natural.
Mientras
se elabora el almíbar, se deben empezar a batir las claras, y cuando estén a
medio batir, se va echando el almíbar en forma de hilo mientras todavía está
caliente. Para lograr que las claras se cocinen un poco y adquieran una mayor
firmeza y brillo.
El
resultado final es algo más duro que el merengue francés, incluso aguanta varios
días sin bajarse.
Este
es el que empleamos en la tarta de la entrada de la Tarta de Yema Tostada.
Para controlar a la perfección la elaboración de almíbar podéis leer la siguiente entrada al respecto: Almíbar.
-Merengue suizo: en este caso, el
merengue se realiza batiendo las claras con el azúcar en un recipiente que debe
estar al baño María, durante unos diez minutos. Se logra un merengue aún más
firme que los anteriores y brillante. Solo que requiere un poco más de
habilidad.
-Merengue japonés: se trata de una
variante del merengue francés al que se le añade almendra molida.
¡Nuestro favorito es el Merengue Italiano!
Como
siempre nos gusta ir probando distintas opciones para elaborar las tarta, una
de las veces pensamos. ¿Por qué no teñir el merengue? Dicho y hecho. Y aquí
tenemos un ejemplo.
Los adornos están hecho de fondant, y para asegurar la estabilidad de la tarta la rodeamos con cilindros de barquillo.
Consideraciones:
Creemos
que es absolutamente imposible hacer merengue con una varilla a mano. Puedes
morir en el intento.
Con
una máquina de varillas, el resultado es estupendo. La única pega sería que se
deben tener todos los ingredientes preparados. Porque no es conveniente dejar
de batir.
Si
ya tenéis una amasadora con varilla, conseguiréis un merengue espectacular
porque el batido será más progresivo.
EL
bol que estemos utilizando tiene que estar totalmente seco, de agua, grasa…
Además
recomendaría solo utilizar claras naturales, que tu mismo hayas separado de las
yemas (asegurándonos de que la mezcla no llega nada de yema). Nunca las
pasteurizadas, porque no montan igual y el resultado no es el mismo.
¡IDEA! ¿Qué hacer con las yemas que no sobran cuando hacemos Merengue? ¡¡Crema Pastelera!!
Para demostrar que eres un mago en la cocina ¿Por qué no pruebas a hornear merengue?.
Te mostramos como hace en esta receta.
¡El resultado está delicioso!
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