¡Vuelta a la rutina! ¡Vuelta al blog! Después de un tiempo retiradas de los fogones, disfrutando de unas buenas vacaciones ¡¡volvemos a la carga!!
Con esta receta, concluimos la temporada estival y con ella nuestros Martes Refrescantes ¡hasta el verano que viene!
Hoy os traemos esta deliciosa Tarta de Queso y Mora, para aprovechar los últimos días de "calor", sacándole partido a una fruta de temporada ¡La Mora!
Es necesario hacer la tarta el día antes de consumirla, porque necesita estar en el frigorífico hasta que cuaje. Nosotras la hicimos por la mañana y la dejamos hasta la mañana siguiente.
Y como dato destacado para los menos cocinillas ¡no hace falta horno! así que... ¡a mezclar!
Si no tenéis moras silvestres podéis sustituirlas por mermelada de mora, el resultado será el mismo.
En primer lugar ponemos a hidratar las hojas de gelatina, en agua fría durante 10 minutos.
Mientras se hidrata vamos a preparar las moras. Hay que limpiarlas y ponerlas en un cazo a fuego lento junto con el azúcar y remover hasta que se forme una especie de mermelada. Es por esto que no importa si en lugar de moras silvestres usas mermelada.
Cuando tenga esa textura la apartamos del fuego, añadimos el queso y mezclamos.
Después, escurrimos la gelatina que ya estará hidratada, y la disolvemos en leche caliente. Añadimos la gelatina con leche a la mezcla de queso y mora y removemos.
El último paso es montar la nata e incorporarla a la mezcla anterior con movimientos suaves envolviéndola, para que no se baje.
Mientras se hidrata vamos a preparar las moras. Hay que limpiarlas y ponerlas en un cazo a fuego lento junto con el azúcar y remover hasta que se forme una especie de mermelada. Es por esto que no importa si en lugar de moras silvestres usas mermelada.
Cuando tenga esa textura la apartamos del fuego, añadimos el queso y mezclamos.
Después, escurrimos la gelatina que ya estará hidratada, y la disolvemos en leche caliente. Añadimos la gelatina con leche a la mezcla de queso y mora y removemos.
El último paso es montar la nata e incorporarla a la mezcla anterior con movimientos suaves envolviéndola, para que no se baje.
¡Ya estará lista para ponerla en el molde y dejarla enfriar en la nevera!
Pensad que molde vais a emplear, porque la consistencia de la tarta es bastante blanda y si el molde no colabora podemos echar todo a perder en el último momento.
Receta de las fáciles, fáciles. ¡Es obligatorio intentarla!
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