A muchos no se nos olvidará el sabor de esos Petit-suisse de toda la vida, que venían en un vaso pequeñito por lo que te deban permiso para tomártelos de dos en dos. (Cuando empezaron a llamarse Danonino todo cambió...)
Con esta receta hemos conseguido, casi casi, recrear ese sabor y textura de nuestra infancia.
¡Atentos!
El procedimiento es muy sencillo:
1. Trocear 5 - 6 fresas frías y convertirlas en puré con la batidora de cuchillas que tengáis en casa.
2. Montar 200 ml de nata, que debe estar muy fría, junto con 2 cucharadas soperas de azúcar, cambiando a la batidora de varillas.
3. Cuando la nata esté casi montada por completo, le agregamos el puré de fresa que teníamos reservado y una cucharadita de esencia líquida de vainilla, y batimos un poco más hasta que todo quede integrado.
Lo único "complicado" de esta receta en conseguir la textura adecuada del puré de fresas para que al mezclarlo con la nata adquiera la consistencia deseada.
En la foto podéis observar que se trata de un Smoothie con bastante cuerpo, por tanto, no os extrañe que si queréis tomarlo con pajita o bebido directamente necesitéis esperar a que pierda un poco de frío y de cuerpo. ¡Aunque con cuchara está igual de delicioso!
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